Solo los productos que aplican un IVA del 4%
(alimentos frescos o medicamentos) no se verán afectados por la subida aprobada
por el Gobierno. El resto, que supone en torno al 90% del gasto de las
familias, aumentará y reducirá sensiblemente la renta disponible de los
españoles.
Con medidas como ésta ni crecerá el consumo , ni el crecimiento económico del país. Rajoy, Montoro y sus secuaces, está claro que cuando se reunen le dan al orujo.
A continuación les damos una lista al completo de todo como quedará.
Hacer la compra en el supermercado, ir al cine, tomar una cerveza, pedir
comida a domicilio, abrir el grifo, llamar por teléfono, llenar el depósito del
coche o poner una lavadora. Las mayoría de bienes y servicios que una persona
compra con asiduidad será más caro o mucho más caro a partir del primero de
septiembre. En ese momento, el IVA reducido aumentará del 8% al 10% y el
general pasará del 18% al 21%. Además, productos como el servicio de
peluquería, las funerarias o las flores aplicarán el gravamen general en lugar
del reducido como hasta ahora. Para una familia, el incremento del IVA supondrá
entre 500 y 600 euros más al año. El 90% de la cesta de la compra se
encarecerá. Estos son los productos que se verán más afectados por el
incremento impositivo:
ALIMENTOS: Cada hogar destina a la compra de comida unos 4.000 euros al
año, el 14,3% de su presupuesto de gasto total, según los datos del INE. Los
productos frescos -hortalizas, verduras, legumbres u hortalizas-, así como el
pan, la leche y los huevos tributan al tipo superreducido del 4%, que se
mantiene invariable. Sin embargo, los productos elaborados pasan del 8% al 10%.
No siempre resulta fácil saber qué tipo aplica cada bien. Por ejemplo, el requesón
es calificado como un producto no elaborado y tributa al 4% y el queso de
Burgos lo hace al 8%, por lo que pasará al 10%. El incremento del IVA
encarecerá unos 37 euros la compra.
VIVIENDA: El IVA se aplica solo sobre la vivienda nueva, la de segunda
mano se grava con el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, de competencia
autonómica. Según el Banco de España, un asalariado destina el 30% de su renta
a pagar su hipoteca. Hasta finales de este año, la vivienda tributa al 4% y en
enero pasará al 10%. Es decir, una casa de 300.000 euros cuesta 312.000 con el
IVA del 4%. En enero, el precio ascenderá a 330.000 euros, 18.000 euros más.
Sin embargo, habrá que ver hasta qué punto las inmobiliarias tendrán capacidad
para trasladar a precios ese incremento ante la atonía de la demanda. Por otra
parte, el IVA se paga de una vez y, por tanto, quien ya compró su piso no le
afectará el incremento. La vivienda nueva de protección oficial seguirá
tributando al 4%.
LAS FACTURAS DEL HOGAR: Las facturas periódicas que reciben los ciudadanos
cada mes por la luz, el agua o el teléfono también se encarecerán. La
electricidad, el gas natural o el teléfono tributan al tipo general, que
aumenta del 18% al 21%. Por ejemplo, según los datos del INE, en teléfono, cada
español gasta 907 euros al año. La electricidad, sin tener en cuenta las
medidas para recortar el déficit de tarifa, pasará de 734 euros al año a 752
euros. La subida es de un 2,5%. En cambio, el agua aplica el reducido y, por lo
tanto, la factura se encarecerá un 1,8%.
Un aspecto importante es que el IVA se aplica en el momento de emitirse la
factura con independencia de cuándo se produzca el consumo. ¿Qué significa
esto? Pues que las facturas de septiembre de agua, luz, teléfono o electricidad
que reflejan el gasto de julio y agosto ya incluirán el aumento impositivo. Si
el IVA hubiera bajado, el beneficio sería para el consumidor. Sin embargo,
nunca se ha reducido el tipo desde que se introdujo el impuesto en 1986.
TURISMO: El término IVA turístico se refiere al gravamen que se aplica a
hoteles, restaurantes y bares. A pesar de su nombre, afecta por igual al alemán
que veranea en la Costa Brava que al mecánico de Móstoles que come de menú en
el bar de la esquina. Estos servicios aplican el IVA reducido del 8% y pasarán
al 10%. Es decir, entrar en un bar y pedir una cerveza será más caro. Cada
español se deja al año 914,6 euros en las cajas registradoras de bares y
restaurantes, cifra que alcanzará los 931 euros. Un menú de 10 euros debería
costar 10,17 euros. Será el empresario quien decidirá si puede elevar el precio
o si mantiene la tarifa antigua y asume la pérdida.
Antes de julio de 2010, el IVA en restaurantes y bares era del 7%. El
Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero lo subió al 8% y el Gobierno de Rajoy
lo acaba de elevar al 10%. Francia siguió el camino contrario. En 2009 aplicaba
un IVA a la restauración del 19,6%, gravamen que actualmente se sitúa en el 7%.
Es decir, cenar en París es más barato en términos fiscales que hacerlo en
Madrid, Barcelona o Albacete.
CULTURA: Ir al cine, al teatro o a un museo implica pagar un IVA reducido
del 8%. Sin embargo, estos servicios pasarán a formar parte del listado de
bienes que se regirán por el tipo general y, por lo tanto, aplicarán un IVA del
21%. La decisión del Ejecutivo sorprende porque la capacidad recaudatoria de
esta medida es muy limitada y supone apartarse de la tendencia de buena parte
de los países de la zona euro. El gasto por persona en museos no llega a tres
euros anuales. En el caso del cine o el teatros alcanza los 40 euros. Ver
Batman este fin de semana en los cines Princesa de Madrid cuesta ocho euros,
precio que, en caso de imputar la subida del IVA al 21% pasará a 8,96 euros.
España se convertirá así en uno de los países donde resultará más caro
acceder a un cine o un teatro. La mayoría de Estados miembros aplica a estos
servicios un gravamen reducido.
Pese a que muchos creen que las entradas a los toros tributan a tipos
reducidos, la realidad es que siempre lo han hecho al general y, por lo tanto,
aplicarán el 21%.
Los libros y los periódicos se han salvado del aumento fiscal y seguirán
tributando al tipo superreducido del 4%. La polémica, en este caso, proviene de
los e-books, que aplican el tipo general y pasarán del 18% al 21%. Si bien ello
parece un sinsentido, Bruselas es contundente en este aspecto y ha abierto un
proceso sancionador contra Francia y Luxemburgo por rebajar la fiscalidad de
los libros electrónicos para equipararlos al papel.
TRANSPORTE: El acto de coger un taxi, subir a un avión, viajar en tren o
entrar en el metro también será más caro en septiembre. Todas estas actividades
aplican el IVA reducido del 8% y se mantienen en el mismo grupo, lo que
significa que tributarán al 10%. La mayoría de comunidades y ayuntamientos ha
subido el transporte público (bus o metro) en los últimos años de crisis para
sanear sus cuentas y probablemente lo vuelvan a hacer en septiembre. El tique
de 10 viajes del metro de Madrid cuesta en la actualidad 12 euros, precio que
debería subir a 12,22. En estos casos, habrá que esperar a conocer el redondeo
que aplicarán los gestores públicos.
En billetes de avión, cada español gasta de media 35 euros al año, mientras
que los abonos transportes que gestionan comunidades y ayuntamientos ascienden a
32,8 euros.
COCHES Y GASOLINA: Repostar en la gasolinera suele representar más del 4%
del presupuesto de un hogar al año. La gasolina tributa al 18% y aumentará al
21%. Cada familia gasta 1.313 euros al año en carburantes y, con el incremento
impositivo, la cifra ascenderá a 1.337 euros. Sin embargo, el coste total puede
ser incluso mayor. El Gobierno ya trabaja en un anteproyecto de ley para
establecer nuevos recargos impositivos al combustible. Así, la subida del IVA
es solo una parte del futuro e inminente encarecimiento que sufrirán todos los
combustibles.
Por otra parte, los medios de transporte, desde un triciclo o una bicicleta
hasta un utilitario o coche de lujo, aplican el gravamen general del 18% y, por
tanto, tributarán al 21% en septiembre. Un automóvil de 18.000 euros se
encarecerá hasta los 20.166 euros. En cualquier caso, en este tipo de gastos
tan elevados es recomendable optar por la prudencia. Es posible que, ante la
atonía de la demanda, un coche nuevo a finales del próximo año cueste menos que
antes del aumento del IVA.
ROPA: Las familias gastan el 5,6% de su presupuesto en ropa y calzado, que
tributan al 18%. Ello supone casi 1.676 euros anuales. Si bien algunas
compañías aseguran que no trasladarán el incremento del IVA al precio, lo más
probable es que tarde o temprano el aumento impositivo encarezca los productos.
La ropa de bebés, que distintas asociaciones pedían que se incluyera entre los
productos con IVA reducido, seguirá tributando al tipo general. Lo mismo sucede
con productos de aseo como los pañales. En cambio, las compresas para mujer
seguirán con el gravamen reducido.
BIENES DE LUJO: Cuando un Gobierno sube el IVA,
siempre aparecen voces reclamando que se recupere el llamado IVA del lujo, que
en España se aplicó hasta 1991. Este gravamen, apuntan, afectaría a yates,
joyas de gran valor o automóviles de alta gama. Sin embargo, la directiva
europea impide tomar una medida en este sentido. La norma dice claramente que,
con carácter general, los Estados miembros pueden aplicar dos tipos de IVA, uno
general y otro reducido. Se permitieron ciertas excepciones. España o Francia
tienen la potestad para mantener un tercer gravamen superreducido. En ningún
caso es posible establecer un tipo por encima del general. No obstante, la compra
de obras de arte, que aplicaban el tipo reducido del 8%, pasarán a tributar al
21%. Lo mismos sucede con las peluquerías o las flores.